lunes, 1 de diciembre de 2014

Quiero aprender


Quiero aprender

Quiero aprender a oírte sin juzgarte,
Quiero que me enseñes a opinar sin darte consejos,
Quiero aprender a confiar en mí sin exigirme,
Quiero enseñarte a ayudarme sin intentar decidir por mi,
Quiero aprender a cuidarte sin anularte,
Quiero que me enseñes a mirarte sin proyectar cosas en ti,
Quiero que aprendas a animarme sin empujarme,
Quiero enseñarte a abrazarme sin asfixiarme,
Quiero aprender a sostenerte sin hacerte cargo de ti,
Quiero que me enseñes como protegerte sin mentiras,
Quiero aprender a acercarme a ti sin invadirte,
Quiero que aprendamos a aceptar las cosas del otro que más nos disgusta, tanto como para no pretender cambiarlas,
Quiero que hoy, después de lo aprendido yo de ti y tu de mi, seamos capaces de elegirnos otra vez sin condiciones.

Jorge Bucay

sábado, 22 de marzo de 2014

CARTA A UN HIJO

CARTA A UN HIJO


Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato. Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mi tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal. Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos; que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mi te indiqué que caminaras erguido. Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto. Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude. Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido? Luego escuché unos golpecitos en la puerta. 'Adelante' ... dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación. Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir? ... ¿vienes a despedirte? No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente. Te abracé ..... y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba. 'Hasta mañana papito' me dijiste. ¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Por qué me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual. Tu tenias unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobretodo, sabias demostrar amor. ¿Por qué me costaba tanto trabajo?, ¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado? ¿Qué es lo que me estaba aburriendo? Yo también fui niño. ¿Cuándo fue que comencé a contaminarme? Después de un rato entré a tu habitación y encendí con cuidado una lámpara. Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener el sollozo y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación........ algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojalá te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida.

jueves, 13 de febrero de 2014

Mujeres en peligro de extincion

El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana. Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero en verdad creo que es ella la que me mantiene.
Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña “Salvemos a las mujeres“. Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:
  • 1. Hábitat: La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.
  • 2.Alimentación correcta: Nadie vive de la brisa. mujer vive de cariño. Déle en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial.
  • 3. F-l-o-r-e-s: También hacen parte del menú. mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.
  • 4. Respete la naturaleza: ¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.
  • 5. No restrinja su vanidad: Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.
  • 6. El cerebro femenino no es un mito. Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una mujer. Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.
  • 7. No haga sombra sobre ella… Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.
  • 8. Acepte: Las mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo.
Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY.


Luis Fernando Verissimo.
http://marcianosmx.com/mujeres-en-peligro-de-extincion/

martes, 11 de febrero de 2014

Un beso



¿Y si te doy un beso?

Un largo y extenso beso, aunque no lo hayas pensado, o aunque lo hayas pensado y no te sientas lista. 

¿Si pasamos esa frontera entre lo incomodo y lo predecible? 

¿Y si te das cuenta que es cierto, que eres maravillosa y yo me di cuenta?

 ¿Si no nos importan las consecuencias de ese beso, de ese deleite sobrepasado, de esa barrera derrumbada, de ese mundo de estúpidos respetos y miedos mutuos? 

¿Si dejas de idealizarme y te das cuenta que soy un perverso, y si te dejo de idealizar y me doy cuenta que quieres algo mejor, que quieres sentirte bien, y si estoy de acuerdo con eso al fin y al cabo? 

¿Si ves que dentro del traje mi cuerpo te desea tan tremendamente que me importa poco perder lo seguro? 

¿Si luego me siento culpable y avergonzado de haber sobrepasado tus labios? 

¿Si al final de todo me doy cuenta que malinterpreto señales? No me importa, La verdad siempre vivo al limite. 

¿Y si la frontera esta llena de minas? Poco me importa. Siempre el precio del primer beso es inmenso, es un peligro, cruzar el espacio invisible de no tener certezas es un acto suicida. 

por si acaso mis mejillas están listas.






CONTADO POR ALVARO ROLANDO



jueves, 19 de diciembre de 2013

Mujer de verdad


No puedo pedirte que te enamores de una mujer que lee, porque ya alguien lo hizo por mí. Sin embargo, puedo pedirte que te enamores de una mujer de verdad. Enamórate de una mujer que busque “figuritas” en las nubes. Enamórate de una mujer que sea lo suficientemente valiente para decir que tiene miedo pero que siempre ejecute a pesar de él. Enamórate de una mujer que no mate hormiguitas sólo porque puede, enamórate de la que agarra la hormiguita en la uña y la devuelve a su filita. Eso significa que es buena y capaz de apiadarse de los que no tienen las mismas herramientas que ella.

Enamórate de una mujer que no disimule ni esconda lo inteligente que es. Las que se hacen pasar por brutas son mucho más peligrosas que las que asumen con orgullo lo inteligentes que son. Además, ¿por qué quisieras estar con una mujer que se subestima para cazar un tipo? Enamórate de una mujer que sea abrazable, adorable, querible y cogible. Todas son importantes. Enamórate de una mujer que no se maquille mucho. Son honestas y seguras. Las que se maquillan mucho envejecen más rápido. Enamórate de una mujer que sea Team Mafalda y no Team Barbie.

Enamórate de una mujer que le guste comer. La vida es más divertida comiendo pizza que lechuga. Enamórate de una mujer que le guste la música. No importa que no sea la misma que te guste a ti. La música puede unirlos cuando se distancien, curarlos cuando se enfermen y salvarlos cuando se pierdan. Enamórate de una mujer que sepa cocinar, que le guste lavar platos o que tenga real como para comprar un lavaplatos. Trust me on this one.

Enamórate de una mujer que esté más preocupada por los ceros en sus cheques que en los tuyos. Enamórate de una mujer que te quiera porque la haces reír y no porque le compras cosas. Enamórate de una mujer que respire profundo para calmarse cuando te ve. Enamórate de una mujer que no pueda esconder nada. Enamórate de los ojos que la delaten y que te digan lo que necesitas saber. Enamórate de ella porque le brillan los ojos cuando te ve. Eso significa que está enamorada de ti.

Enamórate de una mujer que hable bastante, para que tú no tengas que hacerlo. La parte fácil es tuya: asiente y sonríe como si tuvieras idea de lo que está hablando. Enamórate de una mujer que te escuche con atención. Enamórate de una mujer que te pueda hacer sentir culpable y genuinamente arrepentido de vez en cuando. Que tenga ese poder sobre ti es el mejor antídoto contra la arrogancia y el orgullo. Enamórate de una mujer que no sepa planchar, para que no pierdan ni un solo momento juntos. Enamórate de una mujer que sepa escribir “noticas” de amor. Las “noticas” reviven las mariposas y hasta pueden mandar un bombazo de sangre al…corazón.

Enamórate de una mujer que le guste bailar. Recuerda que bailar es la expresión vertical de un deseo horizontal. Enamórate de una mujer que piense en otras cosas, que haga otras cosas y que piense en otras personas diferentes a ti. Enamórate de una mujer con hobbies, con intereses, con pasiones. Que no seas sólo tú, para que no te asfixie. Enamórate de una mujer que sepa que el amor tiene que ser libre. El amor obligatorio sólo le hace daño a los involucrados.
Enamórate de una mujer que ame y deje amar. Que sea y deje ser. Enamórate de mí o de alguien como yo, para que no me duela tanto.


Por @ninarancel   |    F: un tipo serio.com

lunes, 25 de noviembre de 2013

Quiero






Quiero que me oigas, sin juzgarme. Quiero que opines, sin aconsejarme. Quiero que confíes en mí, sin exigirme. Quiero que me ayudes, sin intentar decidir por mí. Quiero que me cuides, sin anularme. Quiero que me mires, sin proyectar tus cosas en mí. Quiero que me abraces, sin asfixiarme. Quiero que me animes, sin empujarme. Quiero que me sostengas, sin hacerte cargo de mí. Quiero que me protejas, sin mentiras. Quiero que te acerques, sin invadirme. Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas. Quiero que sepas, que hoy, hoy puedas contar conmigo. Sin condiciones.”

— Jorge Bucay
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Mi vida








"Mi vida"


Tiempo, solo el tiempo... poco ha pasado el tiempo desde aquella primera charla. ¡Cómo pasa el tiempo! Siento como si fuesen 100 años los que hemos tenido el placer de conversar por horas. Empiezo a creer en aquellas teorías que indican que el tiempo es un elemento subjetivo.

¡Qué coincidencias nos presenta la vida! Estar presentes en el mismo lugar, a la misma hora; la vida me premió con encontrarte cuando menos lo esperaba, cuando menos lo imaginaba.

Tus primeras palabras fueron una sorpresa para mí, pues cuando pensaba que las personas buenas estaban extintas, llegaste a mi presente para curar mi pasado y esperanzar mi futuro. Futuro en el cual, desde hoy, te has ganado un lugar.

¿Cómo puede ser posible tener tanta confianza con alguien a quien acabas de conocer? No lo sé, quizá nunca lo sabré. Pero estoy seguro que ésa es una de las preguntas que jamás querré saber. La química que siento a tu lado no necesita respuesta alguna.

¿Nos conoceremos de alguna vida pasada? ¿Será que estamos en esta para cumplir algún pendiente de la anterior? Ojalá sea así, ya que si tú has existido con anterioridad para mí, hoy te prometo existir para ti por el resto de nuestros encuentros próximos.

Tu voz. ¡Qué sonido tan maravilloso el que emana de esa linda boca cuyos labios forman una sonrisa en la que me perdería por siempre! El timbre, la entonación, ¡simplemente es perfecta! Las palabras que pronuncias son el mejor aliciente que alguna vez haya podido escuchar.

¿Me gustas? Es bastante obvio. ¿Te aprecio? Sin ninguna duda. ¿Te quiero? Mucho más a cada instante. ¿Te adoro? Empiezo a hacerlo en demasía. ¿Te amo? Te lo haré saber si con tu dulzura me sigues conquistando todos los días.

Espero que te guste lo que puedo ofrecerte: un corazón dispuesto a tocar las fibras más sensibles de tus sentimientos y la lealtad de un alma sincera que nunca te fallaría.






Amantes de la Ortografía

viernes, 4 de noviembre de 2011

Una despedida

Una despedida ... "Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate! Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que les ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos... Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, ¡sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuánto te importan." Autor: desconocido, texto encontrado en Internet Producido por presencias.net

sábado, 16 de mayo de 2009

Mujer exquisita

Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo, si los gorditos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia, si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una Toalla durante horas, si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, si sabes cómo se prepara un arroz, si puedes preparar un almuerzo completo, si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar, si no te levantas a las 4:00 a.m. para poder alcanzar a hacerte el blower, si puedes salir con saco de sudadera tranquila a la calle un domingo sin una gota de maquillaje en el rostro... ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN.... BIENVENIDA! EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA (por Gabriel García Márquez) Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo Que la hace realmente feliz. Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida. Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás. Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...Los que estamos fuera de foco somos los hombres) sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama. Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO. Y un HOMBRE........UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así...... Que se siente orgulloso de tenerla como compañera.... Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento... Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes... La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido... ¡Qué tontos hemos sido! -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque... ¡Tonto y mil veces tonto! el hombre que come mierda en la calle, teniendo un exquisitímo manjar en casa. -Gabriel García Márquez

martes, 17 de marzo de 2009

Grandes verdades de la vida

Grandes verdades de la vida Grandes verdades de la vida que han aprendido los niños: 1) No importa cuanto lo intentes, no puedes bautizar a un gato. 2) Cuando tu mamá esta enojada con tu papá, no la dejes que te peine. 3) Si tu hermano(a) te pega, no le regreses el golpe; siempre pescan a la segunda persona. 4) Nunca le pidas a tu hermano de 3 años que sostenga un tomate. 5) No puedes confiar que un perro cuide tu comida. 6) No estornudes cuando alguien está cortándote el pelo. 7) Nunca sostengas un gato y una aspiradora al mismo tiempo. 8) No puedes esconder tus verduras en un vaso de leche. 9) No te pongas calzones de colores con pantalón blanco. 10) El mejor lugar cuando estés triste es el regazo de tu abuela. Grandes verdades de la vida que han aprendido los adultos: 1) Criar adolescentes es como clavar gelatina en un árbol. 2) Las arrugas no duelen. 3) Las familias son como rebaños... casi siempre juntos, con alguna que otra oveja negra. 4) La risa es buen ejercicio. Es como trotar por dentro. 5) Edad madura es cuando escoges el cereal por la fibra, no por los juguetes ue vienen adentro. Grandes verdades acerca de envejecer: 1) Envejecer es obligatorio, madurar es opcional. 2) Olvídate de comidas saludables, necesitas todo lo que te pueda preservar. 3) Cuando te caes, te preguntas qué más puedes hacer ya que estás ahí abajo. 4) Estás envejeciendo cuando sientes la misma sensación en una mecedora que cuando te subías a la Montaña Rusa. 5) Es frustrante cuando sabes todas las respuestas, pero nadie se molesta en hacerte las preguntas. 6) El tiempo será un buen sanador, pero de belleza no sabe nada. 7) La sabiduría llega con la edad, pero muchas veces la edad llega sola. Escuela Tántrica Sivaíta www.tantrasivaita.com Escuela Tántrica cuyo objetivo es difundir la filosofía y psicología Sivaíta. Si deseas hacer una donación o colaborar con nosotros pincha aquí. Se agradece difusión. Muchas gracias.