jueves, 29 de enero de 2009

Buscando centavos

Un día un muchachito estaba caminando cuando descubrió un centavo de cobre brillando en el polvo. Lo recogió y lo sostuvo con entusiasmo. ¡El centavo era suyo y no le había costado nada! Desde ese día, dondequiera que caminaba, mantenía gacha la cabeza, sus ojos inspeccionando atentamente el suelo en busca de más centavos, y quizá otros tesoros aun mayores. Durante su vida, por supuesto, encontró más dinero. En realidad, recogió 302 centavos, 24 monedas de cinco centavos, 41 de diez centavos, 8 de veinticinco centavos, 3 monedas de medio dólar y un gastado dólar de papel... un total de $12.82. Mantuvo en lugar seguro su tesoro, protegiéndolo como una "herencia gratis" de riqueza. Se gozaba con el hecho de que ese dinero no le había costado nada. ¿O sí le había costado? Durante la búsqueda de su tesoro perdió de ver la plena belleza de 35 127 puestas de sol, el esplendor de 327 arco iris, la hermosura de blancas nubes flotando por encima de su cabeza en un cielo de cristal azul, pájaros volando a gran altura, ardillas saltando en los árboles de rama en rama por encima de los senderos que transitaba y el brillo de las hojas de otoño danzando contra un fondo de sol otoñal. Lo que obtuvo, $12.82, no fue con seguridad igual a lo que perdió. Los hombres, mientras buscan sus sustento, se olvidan de vivir. Salmo 127:2 Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme. www.RenuevoDePlenitud.com

miércoles, 28 de enero de 2009

Que es el amor?‏

Desmayarse, atreverse, estar furioso, aspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien, centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño, creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño, esto es amor; quien lo probo, lo sabe. Escuela Tántrica Sivaíta www.tantrasivaita.com

domingo, 25 de enero de 2009

Murió Sentido Común

Murió Sentido Común..... Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, Sentido Común, que ha estado entre nosotros durante muchos años. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que los datos sobre su nacimiento hace mucho que se han perdido en los vericuetos de la burocracia. Será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como que 'hay que trabajar para poder tener un techo propio sobre la cabeza', 'que se necesita leer todos los días un poco', 'saber por qué los pájaros que madrugan consiguen lombrices', y también por reconocer la validez de frases tales como 'la vida no siempre es justa', y 'tal vez haya sido yo el culpable'. Sentido Común vivió bajo simples y eficaces consignas ('no gastes más de lo que `ganas') y estrategias parentales confiables ('los adultos, se harán cargo de sus niños " ) Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero ineficaces: - informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haber dado un beso a una compañera de clase; - adolescentes que debieron irse a otro colegio por haber denunciado a un compañero distribuidor de droga, y - una maestra despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que empeorara su condición. Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros sólo por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos. Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, poner protector solar o colocar una curita a un alumno -aunque eso sí, no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar. Sentido Común perdió el deseo de vivir, cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas. Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil. La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza, la de su esposa Discreción, la de su hija Responsabilidad y la de su hijo Raciocinio. Lo sobreviven sus tres hermanastros: Conozco Mis Derechos, Otro Tiene la Culpa, y Soy Una Víctima de la Sociedad. No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido.